Aunque tener una estación de servicio es un negocio como muchos otros, es necesario tener en cuenta las exigencias de los organismos reguladores y las demás particularidades de la región dado que las actividades de las estaciones de abastecimiento son calificadas como de alto riesgo para el medioambiente.
La falta de monitoreo adecuado de las instalaciones de la estación, el uso de productos de baja calidad (componentes de la instalación no certificados, equipos con recursos y piezas de repuesto no originales) y la falta de control del proceso de abastecimiento, cambio de aceite y lavado de vehículos como un todo pueden causarle una serie de daños a la naturaleza e incluso a la salud de la población y los empleados de la estación.
¿Cómo implementar una gestión de riesgo en la estación?
Para gestionar de forma eficiente los potenciales riesgos, es necesario invertir en el control y la detección de fugas, el tratamiento de los efluentes líquidos y la disposición final adecuada de los residuos generados por las actividades de la estación.
También es necesario estar atento a eventuales fugas y diferencias en las existencias de combustibles, al desgaste del piso que permita infiltraciones en el suelo y el correcto funcionamiento de los equipos destinados a la protección del medioambiente como cajas separadoras de aceite y sistemas de monitoreo ambiental.
Por lo tanto, además de la documentación obligatoria para el registro de cualquier empresa, para abrir una estación de servicio es necesario mantener los equipos operando correctamente y al personal capacitado para una operación cuidadosa.
Minimice el riesgo de contaminación
Los daños ambientales provocados por la fuga de combustibles son bastante graves, los costos de una eventual remediación del área afectada son elevados y la fiscalización suele ser activa.
De esta forma, es necesario observar las normas locales de los organismos fiscalizadores que actúan en la región y comprobar en la municipalidad o en la concesionaria de la carretera (si la estación está ubicada en una autopista) si existe un permiso para instalar la estación en determinado punto.
Además, a la hora de instalar tanques, tuberías e infraestructura eléctrica, se recomienda contratar empresas certificadas especializadas en el segmento.
Los dueños de algunas estaciones optan por contratar profesionales autónomos o empresas sin la certificación o la experiencia necesaria para preparar las tuberías de combustible, lo que es un gran error y puede provocar problemas en el futuro, sobre todo relacionados con la contaminación ambiental.
Finalmente, ante cualquier signo de fuga en el suelo, además del costo elevado para resolver el problema, los daños de imagen de la estación y la distribuidora son significativos, ya que el propio vecindario termina por rechazar el establecimiento.
Para concluir, no trate su estación de servicio como si fuera un negocio cualquiera. Es fundamental cumplir las exigencias de los organismos reguladores en materia ambiental y, así, garantizar la protección de todos.